
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha visitado esta mañana una de las viviendas dirigidas a mujeres víctimas de violencia de género, exreclusas y mujeres en riesgo de exclusión social, con hijos a su cargo que gestiona la Fundación Padre Garralda.
En el encuentro ha podido conocer de primera mano los testimonios de las mujeres beneficiarias del programa, quienes les han contado su experiencia de vida y cómo han podido tener una segunda oportunidad y sobre todo, mantener a sus hijos con ellas, fortalecido la unidad familiar.
Este recurso, que tiene un total de 14 plazas, acoge a mujeres en situación de extrema vulnerabilidad tras sufrir violencia de género o pasar por la prisión y a sus hijos de hasta 7 años de edad. El recurso es una de las 4 casas de este tipo en Madrid, que gestiona la Fundación Padre Garralda, con capacidad total para 31 personas.
En la visita han participado también los trabajadores de la Fundación que se dedican a asistir a los menores en todos los ámbitos de su vida y a trabajar con las madres unos objetivos relacionados con su empoderamiento a través de la asunción de responsabilidades, la gestión de recursos sociales y económicos, el refuerzo de la relación materno infantil la adquisición de hábitos y habilidades personales, la formación orientada al mercado de trabajo y la inserción laboral.
Además de trabajar con estas mujeres, la Fundación Padre Garralda trabaja con personas reclusas, niños que viven en prisión, enfermos drogodependientes y enfermos terminales en situación de abandono. A día de hoy, la Fundación es una de las que tiene mayor capacidad de respuesta a los problemas sociales de los colectivos severamente excluidos. A lo largo de sus más de 40 años de historia ha contribuido a que más de 40 000 personas se planteasen una reorientación en su vida.